Karima vive en la comunidad de Dakwa en Nigeria. Comenzó a desarrollar los síntomas de la lepra a la edad de 10 años, pero debido a la ignorancia de la enfermedad, su familia la llevó a ser tratada con hierbas medicinales y la enfermedad se atribuyó a la mala suerte.
Después de que fracasó el tratamiento a base de hierbas, fue llevada al Hospital Babanriga, donde pudo recibir tratamiento de MCL antes de que la lepra pudiera dañar sus manos con demasiada severidad.
Karima era una pequeña comerciante cuyo sustento se vino abajo debido a la lepra. La gente de las comunidades vecinas la estigmatizó y la gente de la comunidad de lepra era demasiado pobre para comprarle. La vida se hizo muy difícil.
Afortunadamente, a través de la formación profesional realizada por TLM Nigeria, Karima aprendió a coser y pudo abrir un negocio exitoso.
“No sé cómo comenzar a agradecer a TLM Nigeria. No puedo creer que la gente haga cola en mi negocio de costura hoy. Hago ropa para personas sin discapacidad que no se ven afectadas por la lepra; Hago ropa para adultos y niños. Estoy muy feliz y rezo para que Dios bendiga a TLM Nigeria y todos sus socios”.