Papúa, Nueva Guinea
“Debido a que fueron diagnosticados temprano y su abuelo relativamente temprano, ninguno sufrirá una discapacidad duradera.”
Agustín es un hombre de 70 años que vive en Bougainville, con 10 hijos y 30 nietos. Hace unos siete meses, un voluntario de salud de la aldea del Programa de Comunidades Saludables de Bougainville identificó la lepra de Agustín, y ha comenzado un tratamiento de terapia con múltiples medicamentos para curarlo de la enfermedad. Afortunadamente sus manos y pies aún no están dañados.
Luego, hace unas semanas, los voluntarios de salud notaron parches en dos de las nietas de Agustín: Ronnie, de 10 años, y Philomina, de 8. También les diagnosticaron lepra y comenzaron su tratamiento. También tienen un tío y una tía positivos con lepra.
Las chicas no estaban muy infectadas. Tenían menos de cinco parches y ningún otro síntoma; realmente no se habían dado cuenta de que tenían lepra. Solo tendrán que someterse a seis meses de tratamiento, recogiendo sus medicamentos de la Clínica de Salud Gagan, a solo 2 km de su hogar. Debido a que fueron diagnosticados temprano y su abuelo relativamente temprano, ninguno sufrirá una discapacidad duradera.
Agustín estaba muy feliz que a él y sus nietas les hayan detectado su lepra temprano. Se sienten un poco avergonzados de tener lepra, que conlleva mucho estigma histórico, pero no han experimentado ninguna discriminación por parte de los demás.