Para muchos de nosotros, el coronavirus ha traído la necesidad de adaptarnos y en muchas circunstancias, cambiar nuestras rutinas o formas de vida habituales.
El encierro y el auto-aislamiento han traído una serie de dificultades económicas o sociales. Estas circunstancias se están reproduciendo en todo el mundo.
Karima
El impacto del virus y el impacto del bloqueo está afectando a nuestros colegas en Asia y África y sabemos por nuestros proyectos sobre el terreno que los más vulnerables del mundo están siendo los más afectados por COVID-19.
Lamentablemente, no cuentan con las redes de seguridad que tenemos nosotros en Europa. Karima es una persona afectada por la lepra en Nigeria. Ha estado aprendiendo a vivir en medio del bloqueo causado por la pandemia de Covid-19.
Ella nos dijo: “Nadie nos está diciendo nada. A excepción de nuestro oficial de Misión Contra la Lepra en Nigeria, que vino varias veces para decirnos de qué se trata esta enfermedad y cómo protegerse contra ella. Hizo hincapié en lavarse las manos siempre con jabón y taparnos la boca al estornudar y toser. También necesitamos materiales de auto-cuidado para poder seguir practicando las medidas en nuestros hogares para evitar la degeneración de nuestras úlceras y, por lo tanto, las visitas a los hospitales”.
El bloqueo también está afectando la capacidad de Karima para ganar dinero. Anteriormente, habría trabajado en los mercados, pero ahora están cerrados.
Mallama
Enfrenta una situación similar. Vive cerca de Abuja en Nigeria y le resulta difícil alimentar a su familia: “Me preocupa que todos podamos morir de hambre y de inanición si no se hace algo urgentemente. También escuchamos que el Covid-19 se transmite a través del aire, pero no tenemos mascarillas ni desinfectante de manos. No tenemos suficiente dinero para comprar comida, ¡no importa el jabón antibacteriano!”.
En Misión Contra la Lepra estamos trabajando arduamente para asegurar que los fondos vitales lleguen a nuestros equipos de primera línea para brindar asesoramiento y suministros críticos a quienes más los necesitan.
Ayúdanos a apoyar a Karima y Mallama.